Si están por Madrid mañana miércoles no deberían perderse el lujo que va a suponer ver con nosotros (que recordamos que cumplimos diez años en la brecha) a David Moya –que, por si no lo saben, ha abandonado sus tierras murcianas y se ha venido a vivir con nosotros a Madrid– junto a varios invitados; de momento ya ha desvelado que le acompañarán Alejandro Martínez, María Rozalén y Marino Sáiz... Pero es que afirma que tendrá aún más sorpresas. ¿De verdad se lo van a perder?
Y para hacer tiempo hasta mañana por la noche, aquí les dejamos uno de los temas que pueden encontrar en su cuarto disco, 'Negativos latentes', y que lleva por título 'Nada'.
NADA
Si con el tiempo que he tenido para hablar
aún no he encontrado las palabras
será el silencio solución horizontal
para este absurdo crucigrama.
Si con las penas que me quedan por ahogar
no hay argumento para un drama
procuraré tener bien roja la nariz
para inventarme payasadas.
Si en la balanza pesa poco lo inmortal
y no equilibra nunca el alma
será el trapecio pasatiempo vertical
en vez de andarme con las ramas.
Si en cada exceso dejo parte de la carga
con que inicio la escapada,
recorreré de cabo a rabo el sin razón
hasta saciarme con tu nada.
Nada, como el tonto carrusel
que siempre gira y no viaja.
Nada, como un corcho en la pared,
cuando me pinchas siento nada.
Nada, es lo que tengo que decir
cuando navego por tu espalda.
Nada es lo que sobra alrededor
si me hago el loco y siempre ganas.
En este juego hay demasiadas reglas,
sólo veintisiete piezas,
y cuando empiezo a confesarme
ya he llegado hasta la zeta
sin pasarme por la meta.
He aprendido a guardar algún secreto
a base de estrellas fugaces.
He mantenido bien el tipo
y conseguí volar bailando entre rapaces.
Nada, como el tonto carrusel...
He navegado entre corsarios,
sorteado mil contrarios,
sin resolver la encrucijada.
He sido mi propio sicario,
capitán de mi mal fario,
Diego Alatriste sin su espada.
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