sábado, 24 de noviembre de 2012

DESCONTANDO DÍAS PARA EL CONCIERTO DEL KANKA EN NdelT













El miércoles que viene tendremos con nosotros al Kanka, uno de esos músicos con un universo propio que anda creando escuela desde que se subió a un escenario hace casi una década con su primera banda, Dr. Desastre.
El Kanka es, además, uno de esos músicos de los que los compañeros de profesión sólo saben hablar bien y cada vez que ha ganado alguno de los certámenes de canción de autor de este país siempre ha recibido la unanimidad de los jurados y de los propios músicos contra los que competía.
Y es que el Kanka es un tipo que se maneja con una soltura inusual entre el cinismo y el humor, entre la crítica y la ironía, entre la sátira y la ternura. Pero es que, además, hace todo esto a ritmo de pasodoble, de bolero, de funk o de hip-hop.
Como primer adelanto, les dejamos aquí dos de los temas pertenecientes a la maqueta que sacó con Dr. Desastre y que fue grabada por Fede Comín.



ALIENTO DE RATÓN

Mi piano está cansado de tocar en Sí menor
y mis axilas de oler a ropa mojada,
mis mentiras ya están hartas de tener tanta razón
y mis verdades, de estar siempre equivocadas.

El dolor hoy me ha contado que ya no me duele más
y la alegría se ha mudado a otro planeta.
Hoy mi perro no me ladra ni mea en el sofá.
Hoy mi novia ya no me enseña las tetas.

Y mi sombra, que me ve por encima del hombro;
y el olvido, que ya no se acuerda de mí.
Búscame en medio de los escombros,
estaré detrás de mi nariz.
Y la suerte, que va por la calle de enfrente;
las mujeres que siempre me dicen que no.
No sé por qué será pero, a veces,
yo me canso de ser yo.

No me queda ni un cigarro para incendiar mi pulmón,
noches de tos y de humo mi coartada.
Ya no hay sangre por mis venas, se acabó la inspiración,
las palabras apenas me dicen nada.

Mis derechos no me quieren, no me agobian mis deberes,
y lo demás ya no es lo que parecía.
He perdido mis encuentros, he empeñado mis poderes,
las botellas de esta casa están vacías.

Y mi sombra, que me ve por encima del hombro;
y el olvido, que ya no se acuerda de mí.
Búscame en medio de los escombros,
estaré detrás de mi nariz.
Y la suerte, que va por la calle de enfrente;
las mujeres que siempre me dicen que no.
No sé por qué será pero, a veces,
yo me canso de ser yo.

No me encuentro en el bolsillo y la luna se burla de mí,
mis zapatos de payaso no dan ganas de reír.
No me besan ya las gatas: tengo aliento de ratón.
Éste lápiz sólo escribe erratas. Éste dios no cree en Dios.

Y mi sombra, que me ve por encima del hombro;
y el olvido, que ya no se acuerda de mí.
Búscame en medio de los escombros,
estaré detrás de mi nariz.
Y la suerte, que va por la calle de enfrente;
las mujeres que siempre me dicen que no.
No sé por qué será pero, a veces,
yo me canso de ser yo.



QUIÉN

Quién fuese aquel lunar que escala tu pezón,
el vicio inconfesable que está tras tu intención,
la acera que se rinde bajo tu caminar,
el humo que acaricia la piel de tu pulmón,
el hielo de tu vaso, tu piedra en el riñón.
Quién fuese, en fin, el aire que te puede tocar.

Sabes que quererte es complicado,
que es mejor el hombre que digo que soy.
No está siempre el reloj de nuestro lado.
Para bien o para mal me haces falta hoy.
Por eso vuelvo siempre a tus andadas
y me he colado en tu habitación,
por eso me aventuro en tu cruzada, niña.

Quién fuese tu dolor de muelas, tu ataque al corazón.
Quién fuese la luna en tu lunar.
Quién, suelo que te besa los pies.
Dime, quién de tu India el Taj Mahal.
Quién fuese el ojo que te puede ver
o el aire que te puede tocar.

Sabes que a veces no puedo entenderte,
si tú sacas tijeras yo saco papel.
Vas de farol, yo tentando a la suerte.
Tú me das ventaja, yo te dejo perder.
Por eso serás siempre mi coartada,
la norma que confirma mi excepción,
y yo tu libertad bajo fianza; mira,
la luz de tu sombra, la piel de tu alfombra,
la fe de tu religión.

Quién fuese la luna en tu lunar.
Quién, suelo que te besa los pies.
Dime, quién de tu India el Taj Mahal.
Quién fuese el ojo que te puede ver
o el aire que te puede tocar.

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