lunes, 17 de septiembre de 2012

EN DOS DÍAS: PACO CIFUENTES EN NdelT

En dos días tendremos el lujo de abrir con Paco Cifuentes este ciclo, de ofrecer a quien quiera acercarse a este pequeño espacio que es el NdelT, y en el que ya hemos ofrecido numerosas propuestas culturales, una panorámica de algunos de los mejores cantautores de este país. Por si hay alguien que vea o el blog o nuestro facebook por primera vez y no sepa qué ha hecho Paco Cifuentes hoy vamos a dejar aquí dos de las joyas de su primer disco, 'Adicto' (un disco con el que conquistó a todo aquel que se acercó a escucharlo sin prejuicios).

El primer tema que vamos a dejar es 'Platos rotos', un tema cuyos arreglos y guitarras en el disco corren a cargo de Joaquín Calderón (lo que es otro lujo más).


PLATOS ROTOS

He saltado del balcón a la calle,
he roto con urgencia los platos.
He soportado tu ausencia, amor,
jugando a juntar los abrazos.

Por la mañana me concedo tregua
y fumo solo para recordarnos
a ti y a mí en un pacto eterno.
Cádiz fotografiando nuestro sexo.

Y cuando aprenda que la marea no se aprende,
vuelvo a buscarte en la siesta montado en un duende
y te monto una fiesta.

Otra vez me improvisé la rutina,
he sido el otro en la vida de alguna.
Y tú y yo en un pacto eterno.
Cádiz fotografiando nuestro sexo.

Me mato mejor con canciones
de esas que te tocan,
para que nadie me quite el baile
de recrearme en tu boca.

Y cuando aprenda que la marea no se aprende,
vuelvo a buscarte en la siesta montado en un duende
y te monto una fiesta.

Para que no te vayas nunca del todo
ni te vayas por favor para siempre.



Y el segundo tema es 'Tendido al sol', un tema que en el disco aparece con el piano de Alejandro Martínez (como en el video que aquí les dejamos).

 
TENDIDO AL SOL

Las doce y diez, los ojos negros,
apenas veinte, minuto y medio.
Se da la vuelta y desaparece,
la vuelvo a ver, las siete y tedio.
No lleva medias ni escapulario,
y el pelo suelto.
Cuando no mira lo que le enseño,
cuando quedamos tan en silencio.
Al día siguiente visto corbata,
pienso al revés en otra plaza.
Me doy la vuelta y desaparezco,
las ocho y veinte, tacone snecios.
Tantos reproches ensalivados,
mil camareras viéndome solo.
Una ginebra, dos posa-vasos,
me huele a ella en cada lavabo.
El café quedó tendido al sol,
la taza espera una boca.
Ten tú el valor, a esta hora de la tarde.
Mejor me voy, ven tú esta vez,
ven a buscarme.
Tras quince días y treinta sombras,
tras un rebaño de manos,
su trasero se me aleja,
nunca me ha visto así: esperando.
Pasa de largo por mi certeza,
coge aquel tren ferroviario,
toma estas flores mi barrendera,
déjame solo en la carretera.
El café quedó tendido al sol...
Esta silla clavada en los riñones,
este volar de pájaros hambrientos.
Compro el periódico de ayer
porque la espero, aún la espero,
gritando versos, sueños, vientos.
El café quedó tendido al sol...

No hay comentarios:

Publicar un comentario